Día redondo

   Tener clase a las 10:30 de un viernes, fastidia. Que encima te saquen antes, ya que fuiste, también, al menos a mí. Que tu amiga te líe pa tomar algo, que se convierte en un rapto de ella por tu parte, y os vayáis a tu casa a comer, a la comarca, al solín. Que blablablas te lleven hasta las 7 de la tarde, y que decidáis ir a merendar tortitas. Acabar en el Vips merien-cenando tortitas pero también una quesadilla. Y llegar a casa a las 22h sin los deberes del lunes hechos y con un finde intenso por delante. No tiene precio. Mañana más y mejor.